Dentro de las tareas que se me asignó durante el curso fue la elaboración de un
texto paralelo a partir de la lectura Carta
a un Joven Profesor; esta asignación será entregada a la profesora del
curso.
Además, la segunda asignación corresponde a
la elaboración de la sesión virtual; a continuación se adjunta una parte de
esta sesión, el resto será entregado a la docente.
LECTURA:
17 señales que indican que una clase no es del
siglo XXI
Traducimos a continuación la entrada “17 Signs Your Classroom is Behind the Times“, publicada en el blog de Simple K12, donde hacen una lista de señales que indican al
profesor que su clase está anticuada.
1. Los estudiantes entregan sus tareas en
papel impreso, y no en soporte digital.
La usual era entregar las tareas en papel, y hasta escritas a mano. Una vez
que comenzó a facilitarse en acceso a una computadora y la conexión a internet, muchos docentes se molestaban que
sus alumnos llevaran las asignaciones realizadas en un documento de Word o
bajadas de internet, pues consideraban que no las hicieron ellos.
Actualmente no nos podemos quedar atrás con la tecnología, además, debemos
incorporar el reciclaje y la preocupación por el planeta en nuestras aulas.
2. Para tareas de creación de murales,
sus estudiantes necesitan pegamento, cartulina y tijeras… en lugar de utilizar
una herramienta en línea como Glogster.
Es interesante como en algún momento se consideraba mural únicamente un
lienzo de papel que se colocaba en una pared a la vista de todos; pero gracias
a la era tecnológica en la que vivimos cuando se menciona un muro de una vez se
viene a la mente una publicación en un medio virtual, la cual puede ser vista
por más personas aún.
3. Todavía tiene tiza. O borrador en
seco.
La escuela donde saqué mis primeros cinco años de educación general básica
aún utiliza pizarra de tiza.
Me di cuenta porque esa escuela queda en mí residencial, hace como dos
meses hubo una reunión de la asociación comunal del barrio y nos prestaron un
aula de la escuela para hacerla. Me sorprendí (y no solo yo) al ver la pizarra
verde y la caja de tizas en el escritorio de la docente. Parecía mentira, pues
es una escuela privada con grandes entradas económicas.
4. Cuando intenta mostrar un recurso web
desde el ordenador, es probable que aparezca el mensaje “Este sitio web ha sido
bloqueado”.
Lamentablemente este es un panorama más usual de lo que debería ser; aún
con profesores universitarios nos sucede eso, lo cual no es exclusivo de los
docentes de primaria. Me pregunto, ¿qué sentirá ese docente cuando eso le
sucede más de una vez?, ¿por qué no toma las medidas necesarias para que no le
vuelva a suceder eso? Es aquí donde la planificación y la revisión y
actualización del material previamente es indispensable.
5. Cruza los dedos cada vez que intenta
conectarse a Internet.
Este punto me causa cierta curiosidad porque no sé si cruza los para que no
se le caiga el internet o porque no sabe con qué se va a encontrar, o más bien
no sabe cómo encontrar lo que anda buscando.
6. No se ve interrumpido por teléfonos
móviles, mensajes de texto o alertas de Twitter en algún momento durante el año
escolar.
Si a un docente no le ocurre nada de lo anterior, no es que vive en otra
época, sino que es de otro planeta; porque considerar al menos que no tiene un
celular y que no le llegan mensajes de texto es impensable. Y no para un educador,
sino para cualquier persona.
7. Pasa la mayor parte de su tiempo de
clase explicando los contenidos a los estudiantes… en lugar de ponerles a
trabajar en colaboración y aprender unos de otros.
Esta es otra característica lamentable, no comprendo por qué algunos
docentes se empeñan en el trabajo individual, aún cuando las “actividades” que
les asignan no están diseñadas para contribuir en nada que beneficie su
individualidad, por ejemplo el clásico ejercicio de leer el libro de texto y
subrayar todo lo que ahí dice, además de pasarlo otra vez al cuaderno; como si
esa repetición excesiva y sin sentido fuera a provocar alguna mejora en la memoria
de los niños
8. Dispone de un conjunto de
enciclopedias.
Si bien es cierto que las enciclopedias son una fuente bibliográfica de
gran estima por ser científica en la mayoría de los casos, resulta complicado,
difícil y poco práctico llevarlas a todo lugar, y generalmente cuando más se
ocupan es cuando no se tiene acceso a ellas. Además pueden resultar
desactualizadas a la hora de compararlas con la información encontrada en
internet, además que hay muchos sitios que son de gran confiabilidad y poseen
hechos científicos
9. El profesor se está planteando el uso
de presentaciones creadas con PowerPoint para satisfacer la necesidad de
integrar la tecnología en el aula.
Incorporar cualquier recurso tecnológico por el simple hecho de decir que
se están incluyendo las TIC en el aula me parece ridículo, sea el que sea. El uso
de las tecnologías en el aula no debe ser algo empleado por competencia con
otros docentes, o para no estas “actualizado” la incorporación de cualquier recurso
debe tener un sentido lógico que beneficie el aprendizaje en los estudiantes.
Debe responder a una necesidad que se esté viendo en el aula, y tener
claras metas y propósitos que sustenten su utilización.
10. El profesor crea más contenidos que
los estudiantes.
El docente debe buscar crear aprendizajes a través de los contenidos, y por
lo tanto estos deben ser adquiridos e incorporados por los discentes, de manera
que sean aprendizajes significativos y duraderos, los cuales pueden ser transformados
para apropiarse de otros, y así sucesivamente.
11. Los estudiantes no le enseñan algo
nuevo al profesor (probablemente relacionado con la tecnología) cada día.
Considero que los docentes deben ser personas humildes y reconocer cuando
no saben algo, e interesarse por aprender eso que no saben.
Los estudiantes se mantienen en contacto con la tecnología, ahora los niños
dibujan en las tabletas de los padres, juegan pelota en el Wii, y hablan con
sus abuelitos por Skype.
Teniendo lo anterior en cuenta, ¿por qué no aprovechar ese contacto con los
alumnos y solicitarles que nos enseñen? De esa manera se permite crear una
atmósfera de aprendizaje mutuo, donde el respeto no tiene por qué verse
comprometido, y las relaciones entre el docente y los educandos serán más estrechas
y habrá más confianza.
12. El profesor no tiene un sitio web para el aula o un blog donde publicar
información para la clase, tareas e información para los padres.
Considero que este punto depende mucho de la población estudiantil con la
que trabaja. Hay escuelas en zona sur donde cada estudiante tiene una
computadora con acceso a internet las 24 horas, y los padres también; y hay
otras en el centro de San José donde los estudiantes no cuentan con esos
recursos, y sus padres tampoco. Con esto quiero decir que no es que depende de
la zona ni del estrato social, sino del grupo en particular.
Así que si se cuenta con un grupo como el primero de mi ejemplo, los recursos
mencionados en este punto deberían de aprovecharse, así tener una comunicación
más estrecha con los padres vinculándolos al proceso de aprendizaje de los
estudiantes; ya que no es un secreto para nadie que algunos padres son muy desatendidos
con sus hijos.
13. No dispone de una serie de ordenadores
para el aula, netbooks, tabletas u otros dispositivos para el trabajo en grupo.
Mi comentario en este punto es el mismo que
en la característica 12. No se puede pretender que todas las escuelas cuenten
con estos recursos.
14. No tiene al menos un motivo a la
semana para llamar al centro de soporte TIC.
Me resulta sumamente curioso este aspecto, ya que si se incursiona en la
búsqueda y descubrimiento de las herramientas que la web brinda al alcance de
todos, naturalmente no se tendrán dudas,
por lo tanto no se necesitará soporte alguno.
Lo curioso es que el docente que presenta esta situación sí espera que sus
alumnos investiguen, exploran cosas nuevas y presenten sus dudas al respecto en
clase; ¿entonces?
15. Ningún estudiante ha pedido en alguna
ocasión hacer un trabajo mediante alguna nueva herramienta digital de la que
nunca ha oído hablar.
Este es un panorama como triste, pues considero que es como tener amarrado al
niño y encerrado entre pocas posibilidades de acción por la falta de opciones.
Se cree que como los niños tienen acceso a computadoras e internet, que conocen
más que el docente; pero algunos, solo saben buscar datos por Google, entretenerse
con sus juegos favoritos, utilizar facebook o cualquier otra red social. Por lo
que no se puede suponer que saben lo que no se ha probado en el aula.
16. Nunca ha utilizado u oído hablar de:
Collaborize Classroom, Prezi, Evernote, Glogster, MyFakeWall, Typewith.me,
Storybird, JayCut, Wordle, or Tiki-Toci.
Bueno, pues yo tampoco he escuchado hablar de ninguno de esos (solo prezi y
me encanta), y no me considero una docente del siglo pasado.
Pienso que tampoco se puede caer en el extremo de pensar que un docente
innovador es aquel que domina TODAS las herramientas y recursos tecnológicos;
sino, algunos de los puntos anteriores de este listado no tendrían sentido.
Este se me asemeja al punto seis, y considero que es casi de otro planeta
quien no haya asistido a una red social. Una opción sería que con el grupo de
estudiantes se habrá una cuenta en común donde se pueda tratar temas diversos,
donde los padres puedan intervenir, participar y supervisar al lado de la
docente guía y hasta otros docentes y miembros de la comunidad.
¿Qué añadirías a esta lista?
No añadiría nada, me pareció lo suficientemente exhaustiva en cuanto a
recursos, pero sí podría aunar un punto con respecto a la disposición de
capacitación y formación en espacios fuera del laboral.
¿Trabajas tu clase con las
herramientas y tecnologías del siglo XXI?
Cuando el tiempo y los recursos me lo permiten sí. Me gusta la interacción
que brindan estos medios para espacios formativos fuera del horario de clases,
pues considero que después del timbre de salida de clases los estudiantes están
muy desprovistos de espacios de entretenimiento sano, interés adecuado a su
edad y de formación informal.
Pero también considero que la computadora, las tabletas y nada parecido
sustituirá la lectura de un libro valioso.
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